miércoles, 30 de mayo de 2007

imagen:
Romance Campesino
Luis Molina

¿A qué puerta tocar?


He aquí al Hombre

su Soledad y sus Miedos

atrapado en su silencio

lleno de voces

como un Náufrago sin Isla

En los delirios

de su Agonía Terminal

llegan

la Esperanza hija de la Soledad

y la Cautela hija del Miedo

la Esperanza y sus múltiples puertas,

la Cautela y sus múltiples ataduras.


La Esperanza

viene con su hija la Curiosidad

la Cautela viene con la suya

la Precaución.

La Curiosidad pregunta:

¿ Qué hay detrás de las

múltiples puertas?

La Precaución no pregunta

sigue el largo pasillo de las puertas

sin detenerse.

La Curiosidad sueña:

detrás de las puertas

está el Amor

en su espera infinita.

La Precaución pregunta:

¿ En cuál de las puertas?

Y la curiosidad responde

Que el Amor está en

La Puerta del Azar


El Miedo llega

¿Cuál es la Puerta de Azar?

Y la Soledad aparece

Es la Puerta de la Ensoñación

y la Poesía.

El Miedo

La Cautela y

La Precaución responden

No, debe ser la Puerta

De la Razón y la Lógica

La Soledad

La Esperanza y

La Curiosidad sonríen y dicen

que la Puerta de la Razón y la Lógica

conducen a la Estática

y el Azar es el Movimiento

y sólo el Movimiento puede

arribar a las Puertas del Amor

y la Poesía


El Miedo

La Cautela y

La Precaución trazan en el suelo

La Línea de los Enigmas

La Soledad

La Esperanza y

La Curiosidad se acercan

a la línea :

a ambos lados está el Hombre

como un náufrago sin isla.

Helo aquí

frágil e incierto

frente a sus dilemas

errando en su laberinto:

¿A que Puerta tocar?

Asdrubal Caner

Fratello

Inpunemente , la nostalgia

Impunemente, la nostalgia

Como un antíguo cartógrafo

que cree obstinadamente en los milagros

intento borrar una isla

de su mapa

una mínima isla

una pequeña iguana

que dormita sobre el mar.


Cada día al despertar

comienza la batalla

contra pulsos y latidos

Yo la busco

obsesionado la busco

en los profundos ríos de

la memoria

en los laberintos de mi sangre

y en los fuegos que irrumpen

abruptos y hereditarios

en las desoladas trastiendas

del instinto


La busco

obsesionado la busco

para encontrar su nido oculto

el lugar donde emerge

y bulle

y matarla impúnemente

en su escondrijo

Cierro mis ojos para no ver

gallegos

negros

y mucho menos mulatas

porque con ellos me llegan

la piña y su corona

los platanos

el tamarindo

la canchánchara y el son

y la encendida llama

de los flamboyanes

Como un orfebre, ingrávido

y minucioso

voy armando mi odio vertical

y la urdimbre perfecta

de todo el desamor

Cada día la cerco la acorralo

le tiendo trampas

de orishas y abalorios

de incienso voráz y punitivo

En el crepúsculo

ya he logrado borrar

sus contornos de espuma

sus acantilados de espanto

las aves del paraíso

las playas de impúdica belleza

sus ríos pobres y envidiosos

las montañas apenadas y sin records

la floresta inmunda de arcoiris

sus lluvias torrenciales y lujuriosas

las ciudades de encanto miserable

los balcones de guitarra

y serenata

y las calles

todas sus calles.


Cuando ya le tengo

cuando la victoria es casi

irremediable

la isla se bifurca y se escapa

en los irónicos resquicios

de la piel

en las huellas y heridas

que dejan tantos años

Se me esfuma

en el olor de la guayaba

en el fugitivo olor de

las comidas

en la eterna imagen

de la palma

en las fotos y cartas

en el límpido azul de su cielo

y su bandera

en el irídiscente

verdor de los helechos

que rompen limpiamente

la pupila

y se me va

se me escapa

se me va.

Frente al abierto desacato

de todos sentidos

nostálgicos e irreverentes

me ovillo y aullo

aullo estremecidamente

como un lobo que ha perdido

su camada

y su noche de luna llena.

Y me prometo que mañana

como un antiguo cartógrafo

que cree obstinadamente en los milagros

volveré como Sísifo

a la batalla

e intentaré nuevamente

borrar una isla de su mapa.


Asdrúbal Caner

Fratello